Una de las mentiras más grande de la derecha atribuirse el apoyo de la comunidad internacional
Publicado: 12/06/2018 08:07 PM
“Comunidad internacional”, “comunidad internacional”, es el estribillo que repiten a diario sectores de la derecha para decir que el mundo está contra Venezuela, sin embargo este concepto no es más que una manipulación por parte de esos sectores, y aquí se lo demostraremos.
Primero hay que entender que es la comunidad internacional, de acuerdo con el portal web world-governance.org, este concepto se refiere “de algún modo a la representación, aunque sea hipotética o virtual, de una moralidad universal mayoritariamente compartida por los gobiernos y ciudadanos del mundo”.
En el mundo hay 196 países, y más de la mitad de ellos apoyan a la Revolución Bolivariana, de hecho, Venezuela preside el Movimiento de Países No Aliados (Mnoal), un organismo conformado por 120 naciones.
De esta forma se desmorona, una de las tantas mentiras y manipulaciones que pregonan constantemente la derecha nacional con sus aliados foráneos.
¿A qué comunidad internacional se refiere entonces la oposición?, simplemente a Estados Unidos, a sus 14 gobiernos aliados en la región, y a los 28 países que conforman la Unión Europea (UE), en total apenas 42 Estados, esto no representa ni el 50% de las naciones del mundo.
Así que cuando la oposición y sectores de la extrema derecha venezolana, además de las grandes corporaciones mediáticas aseguran que la comunidad internacional está contra Venezuela están mintiendo descaradamente.
El 20 de mayo, cuando Nicolás Maduro, resultó reelecto en las elecciones presidenciales, se evidenció una vez más que el mundo está con la Revolución Bolivariana, dado que desde su victoria hasta la fecha han recibido más de 250 felicitaciones, y reconocimiento a su triunfo por parte de Presidentes, primeros ministros, partidos políticos y organizaciones de todo el globo.
¿Quiénes son los secuaces de la derecha?
Las agresiones contra Venezuela las lidera Estados Unidos, un país que se ha caracterizado por invadir naciones, lanzar bombas atómicas, y que desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país, incrementó su política de supremacía y racismo contra otros gobiernos.
La arremetida contra Venezuela es protagonizada además por el vicepresidente de los EEUU, Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo, la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, el subsecretario de Estado, John Sullivan, el embajador ante la OEA, Carlos Trujillo, el gobernador de la Florida, Rick Scott, los senadores: Marco Rubio, Robert “Bob” Menéndez y Dick Durbin.
De los países de la Unión Europea, las principales agresiones contra la patria de Bolívar son promovidas por España, y el ex jefe de gobierno de ese país, Mariano Rajoy, quien vale destacar salió por la puerta de atrás del Palacio de la Moncloa, luego que le fuese aplicada una moción de censura cuando la organización partidista que preside, el Partido Popular (PP), fue condenado por corrupción.
Desde América Latina, los dardos contra Venezuela son dirigidos por Juan Manuel Santos, un jefe de Estado que acaba de sumar a su país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una institución que ha causado muertos, destrucción, desplazados y crisis humanitaria en países como Irak (1991), Yugoslavia (1995 y 1999), (Afganistan 2001-hasta hoy) y Libia (2011).
En esa lista también se encuentran: el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, así como la Alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini.
En la lista también figuran: el líder del partido español Ciudadanos, Albert Rivera, el canciller de Chile, Roberto Ampuero, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland y los cancilleres de Costa Rica y Argentina, Epsy Campbell y Jorge Faurie.
Los expresidentes: Ricardo Lagos (Chile), Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez (Colombia), también viven atacando a Venezuela.
A estos personajes es a los que la derecha venezolana y sus aliados, los medios de comunicación nacionales e internacionales, le atribuyen el calificativo de “comunidad internacional”, promoviendo de esta forma una gran manipulación mediática.