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UN CURA LLAMADO WUYTACK (Últimas Noticias, 24 de junio 1970)

Publicado: 21/06/2023 10:00 PM

Por: José Vicente Rangel

    • Desde 1966, el sacerdote belga Francisco Wuytack, trabajaba en los barrios de Caracas. Vivía dentro de la comunidad, ejerciendo durante todo el día y parte de la noche una extraordinaria labor social. En el barrio El Carmen de la Parroquia La Vega estaba el centro de su actividad, pero toda La Vega lo conocía.

    • Igualmente se desplazaba hacia Carapita, Cota 905, Antímano y Los Aguacaticos de El Valle. Este recorrido casi diario lo hacía a pie o mediante “colas”. Cuando llegó al país tenía un carro; luego lo vendió y compró una moto. Después tuvo que salir de la moto. Entonces andaba caminando por los cerros y quebradas pobres de la ciudad.

    • Wuytack siempre insistía en la necesidad de que los pobres tomaran conciencia de sus problemas y abandonaran la pasividad en que se desenvolvían… Recomendaba la protesta pacífica... Tenía una sensibilidad que lo llevaba a ejercer directamente  el sacerdocio sin interferencias burocráticas; a estar en contacto con los marginados... Después de su última manifestación, cuando pidió ante el Congreso el estudio del problema del desempleo, de la educación verdaderamente popular, lanzó una hoja que decía: “El Hotel Caracas Hilton cuesta 100 liceos”, fue detenido y maltratado por los policías. Eso ocurrió el miércoles 17. Lo soltaron a las 3 de la madrugada del jueves… El día 19, por la noche, estando en la escuela del barrio, lo fue a buscar un juez y un sacerdote. Algunos testigos sostienen que el padre Wuytack le dijo a éste: “Yo sé que tú me vas a entregar” … En efecto, una patrulla de la Policía Metropolitana aguardaba a la salida. El sábado fue llevado a Maiquetía, rodeado de efectivos policiales que impidieron a cualquier persona acercársele. Fue expulsado del país con la misma ropa que tenía puesta cuando la detención”.

CONTEXTO: 

    • Francisco Wuytack nació el 30 de septiembre de 1934 en Saint Niklass (Bélgica). De joven participó activamente como obrero metalúrgico en la organización de las juventudes católicas obreras.

    • En su paso por Venezuela logró activar un plan de organización social de las clases populares en La Vega. Fue víctima de persecución policial y el tercer sacerdote expulsado del país por el régimen social cristiano de Rafael Caldera.

    • El Padre de La Vega siempre predicaba que los pobres, quienes son la esencia misma del Pueblo, serán los que en definitiva liberarán a los ricos de su soledad, de su individualismo y de su aislamiento social: “Yo no digo muchas cosas, no hablo mucha paja, les digo a mi gente de los barrios que los pobres, el pueblo, liberarán a los ricos”.

    • Su expulsión obedeció a una solicitud que hizo la alta jerarquía eclesiástica a la que le resultaban incomodos los continuos señalamientos que les hacía Francisco Wuytack sobre las grandes fallas de la iglesia católica. Sus adversarios en el gobierno y dentro de la iglesia le imputaron el delito de profesar ideas marxistas y propiciar protestas populares. 

    • En varias oportunidades los vecinos de su comunidad tuvieron que esconderlo en sus casas para evitar los maltratos y detenciones ordenadas por el gobierno. Esta persecución trató de impedir la incesante labor de transformación que realizaba.

    • Después de esta primera expulsión, ingresó clandestinamente a Venezuela en 1973 para continuar su lucha en las barriadas caraqueñas, pero fue violentamente detenido y expulsado en 1974 por el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

    • Por esta causa, cientos de curas, monjas y teólogos de la liberación fueron asesinados en nuestro continente. Otros excomulgados o condenados al ostracismo. Sin embargo, gracias a su valiente trabajo y a pesar de las purgas vaticanas, han dejado su huella memorable en la historia latinoamericana: Matías Camuñas, Juan Vives Suriá, Leonardo Boff, Ernesto Cardenal, las religiosas Maryknoll asesinadas en El Salvador, Hans Küng, Jon Sobrino, Gustavo Gutiérrez, Pedro Casaldáliga, Monseñor Arnulfo Romero, Camilo Torres y los jesuitas asesinados en El Salvador Ignacio Ellacuría Beascoechea, Elba Julia y Celina Ramos, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Armando Moreno, Juan Ramón Moreno y Joaquín López y López. Estos son solo algunos…

REDACCIÓN MAZO