Todo lo que debemos saber del Sáhara Occidental
Publicado: 23/11/2020 10:56 AM
Cuando pensamos en el Sáhara,
pensamos en arena, desierto, oasis y vistas de postales, jamás imaginaríamos
destierros, violaciones de derechos humanos, robos y esclavitud en pleno siglo
21.
El Sáhara Occidental, es el
territorio del pueblo saharaui, que ha sufrido en los últimos cuarenta
años ocupación ilegal y brutal por parte del Reino de Marruecos, quien viola
sistemáticamente derechos fundamentales de esta población.
Esta ocupación ilegal ha sido
denunciada innumerables veces por la comunidad internacional, que ha demostrado
que contraviene la legalidad internacional, así como el llamado de innumerables
resoluciones por parte de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas. La ONU reconoce el Derecho de Autodeterminación del Pueblo
Saharaui.
Esta antigua colonia española fue anexionada por Marruecos en 1975. Luego de la marcha verde, acá expondremos
parte del conflicto donde la geopolítica y el fosfato juegan un papel
importante.
El origen del conflicto por el
territorio saharaui inició con la repartición de manera unilateral y violatoria
de todo derecho por parte de los europeos en cuanto al continente africano en la
conferencia de Berlín por allá en 1885, al imperio español le correspondió una
región del tamaño proporcional a las islas de Puerto Rico y Cuba juntas, siendo
está convertida en una provincia del país ibérico en 1958.
En 1976 la dictadura fascista de Francisco
Franco, en el Reino de España, firma el Acuerdo de Madrid, donde se establece una
administración temporal tripartita constituida por España, Marruecos y
Mauritania. En 1979, Mauritania, derrotada, firmó la paz con el Frente
Polisario, renunciando a sus pretensiones en el territorio. Al mismo tiempo
Marruecos materializó la ocupación con lo que se le conoce como la Marcha
Verde, donde se bombardeó a la población saharaui con napalm y fósforo blanco.
Desde entonces ha sido objeto de
una larga disputa territorial entre este país africano y el pueblo saharaui,
liderado por el Frente Polisario.
¿Qué es el Frente Polisario?
El saharaui Azman Gali Greimich
explica que el Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro,
sucesor del Movimiento para la Liberación del Sáhara, desapreció a manos de la
Policía Territorial Española en una manifestación en 1970.
“El Frente Polisario es el único y
legítimo representante del Pueblo Saharaui, el Frente Polisario fue y es la
reacción de un pueblo contra la opresión y la ocupación; la resistencia, la
fortaleza y la dignidad para lograr la autodeterminación y la independencia, es
la representación legítima de un pueblo que continúa y sigue en constante lucha
para alcanzar la libertad y la autodeterminación”, detalla Greimich.
Claves para entender el conflicto:
Gali Greimich recuerda que esta
pugna no empezó el pasado 13 de noviembre, “es un conflicto que surge desde que
las grandes potencias mundiales se repartieron África como si de un plato de
comida se tratase. El Sáhara Occidental le tocó a España en esa partición, y
desde que un país se cree con la supremacía de colonizar a otro ya surge un
conflicto que comienza a echar raíces; no obstante, los saharauis convivimos en
paz con el pueblo español durante toda esa etapa”, dice.
“España -continúa Greimich- en
lugar de ayudarnos, tal y como se nos prometió, a lograr nuestra independencia
lo que hizo fue no solo ignorarnos, sino vendernos, entregarnos y
traicionarnos, cediendo y permitiendo que tanto Marruecos como Mauritania
entrasen en nuestro territorio, a través de la violencia, los crímenes de
guerra y el apoyo de grandes potencias mundiales (Francia y EEUU) y amparados
en la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid por los que se hacía
“oficial” dicha entrega. Esto fue ni más ni menos que un abandono colonial.
Por lo tanto, continúa explicando
que “este es un conflicto que no solo surge a raíz de la época colonial, sino
que es un conflicto que lleva enquistado desde hace casi 45 años y que se
agravó desde que se firmó el “alto el fuego” en 1991 y tanto la ONU como la
Minurso (Misión Especial para la celebración de un Referéndum en el Sáhara
Occidental) no hicieron nada por la celebración de dicho Referéndum de
autodeterminación”
La guerra por el fosfato
Los fosfatos representan el 20%
de las exportaciones de Marruecos -que junto con China y Estados Unidos acaparan
la mayor parte de la oferta- y tienen un peso de aproximadamente el 5% de su
PIB, al tiempo que controla tres cuartas partes de las reservas de fosfato de
buena calidad que quedan en el mundo.
La empresa minera que explota el
fosfato, OCP Group, es de propiedad del Reino de Marruecos pero su sede está en
territorio saharaui. Una de las minas más importantes es la mina de Khouribga,
la explotación de fosfatos a cielo abierto más grande del mundo, produce 35.000
millones de toneladas de fosfatos al año.
Azman Gali Greimich nos detalla
que “uno de
los mayores actos delictivos que se cometen en el Sáhara Occidental y que de
manera camuflada o silenciada parece que ni existe es el expolio de los
recursos naturales (pulpo, tomates, sardinas, fosfatos, arena); este hecho viola
numerosas leyes internacionales en las que claramente se entiende que son
los habitantes legítimos de un territorio los que deben recibir los beneficios
económicos que de dicha actividad puedan lograrse o, en todo caso, decidir cómo comercializar o distribuir dichos recursos”, expone el consultado.
Mientras el ocupante siga contando
con esos apoyos económicos y gubernamentales, la ocupación se seguirá
perpetuando, porque por desgracia, vivimos en un mundo manejado y movido por la
economía y los intereses capitalistas y económicos, antes que por el
bienestar y la garantía de los Derechos Humanos de los habitantes del
planeta.
El muro de la vergüenza no es
el de Trump
Calificado como el mayor muro de
separación del mundo éste existe desde la década de los 80, fue construido por
Marruecos para vulnerar aún más los derechos de la población, separa a familias enteras
que habitan en el territorio liberado y en los campamentos
de refugiados del sur de Argelia. Es también el más largo del mundo con una
extensión de 2.700 kilómetros, se encuentra cercado con más de 7 millones de
minas y vigilado por 100.000 soldados, ganándose así la denominación del muro
de la vergüenza.
El muro de la vergüenza en el
Sáhara Occidental, se compone de un conjunto de instalaciones militares a lo
largo de sus 2.720 kilómetros de largo y fue construido por Marruecos en los
años 80 para dividir la población saharaui, el controlar los territorios
ocupados, explotar ilegalmente y garantizar la seguridad de la mina de fosfato Fos Bucraa, el acceso al mar, además de las reservas y yacimientos
subterráneos de agua potable. Es la mayor barrera militar en funcionamiento en
el mundo, y su mayor peligro radica en los campos de minas antipersona y minas
antitanque que ya se han cobrado la vida de miles de saharauis. Hay una
compañía militar cada cinco kilómetros y un radar de cada 15. Además hay
tanques, drones, satélites y todo tipo de sofisticados equipamientos bélicos.
El costo diario de mantenimiento del
muro con más de 150.000 soldados marroquíes se estima en más de 1 millón de
euros al día. La construcción tuvo el apoyo de Estados Unidos, Israel, Francia,
Arabia Saudí y Catar.
La respuesta Internacional
En 2016 el gobierno de Rabat expulsó al personal de la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sáhara Occidental (Minurso). En un claro enfrentamiento con quien fuera el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y expresó su apoyo a la República Árabe Saharaui Democrática. Entre los territorios liberados y el territorio ocupado, el Reino de Marruecos construyó el muro más largo del mundo denominado “el muro de la vergüenza”, son 2.700 kilómetros, con más de 7 millones de minas y vigilado por 100.000 soldados, evitando la respuesta internacional en lo que a organismos se refiere, partidos políticos, etc., en su mayoría prácticamente siempre es insuficiente.
"Hay honrosas excepciones", -prosiguió Greimich- "en las que algunos partidos u organismos han mostrado su apoyo. Pero, ante todo, el apoyo con el que siempre contamos de manera incondicional, es con el del movimiento solidario pro saharaui a nivel internacional. En momentos como el de ahora, toda esa solidaridad se pone en pie de guerra y se gestan todo tipo de campañas en las que asociaciones, colectivos, personas individuales y determinados medios de comunicación o grupos políticos (más bien pocos) nos muestran su apoyo; pero con esto no basta, no olvidemos que este es un conflicto político, creado en despachos, firmando acuerdos y entregas ilegales, por ello es la comunidad internacional y los políticos los que deben mediar, poner todo de su parte y resolverlo".
"Pero pese a toda esa ayuda, soporte y colaboración, lo que más necesitamos es que los grupos políticos y los organismos internacionales sean los que alcen la voz y sobre todo muevan las manos para poder alcanzar por fin nuestra libertad", añadió.
Para Greimich, lo que está claro es que el Reino de Marruecos tiene detrás una supremacía, un apoyo internacional y un equipo de lobbys que le ayudan a esquivar todas las resoluciones que se han lanzado contra su ilegal ocupación. Sin ir más lejos, en 1975 el Consejo de Seguridad, dirigió una petición urgente al Rey de dicho país solicitándole: “poner fin inmediatamente a la marcha declarada hacia el Sáhara Occidental”, pero se hizo caso omiso, siendo condenada dicha acción por el Consejo de Seguridad, al igual que la petición expresa de retirarse inmediatamente del territorio, a la cual Marruecos hizo caso omiso y que, a día de hoy, 45 años después, sigue sin ser condenada. A su vez, la Resolución 1514 jamás se ha respetado ni llevado a cabo, aunque sea la propia Asamblea General de las Naciones Unidas quien la dictaminó.
"No sé qué calificativo poner, pero es humillante, vergonzoso y cruel que al día de hoy en pleno S. XXI se sigan viviendo las injusticias que está sufriendo el Pueblo Saharaui, y no humillante para nosotros, porque llevamos la dignidad por bandera, grabada en nuestra lucha pacífica y en nuestra resistencia; si para alguien debería ser una mancha negra en su historial y una vergüenza es para la ONU. Un organismo que surgió a raíz de la II Guerra Mundial en la que millones de personas se vieron perseguidas y aniquiladas, que se creó para que eso no volviese a ocurrir, no solo deja que eso se vuelva a hacer, sino que además es cómplice silencioso. Nosotros nos preguntamos: ¿Para qué la ONU creó la Minurso? Si 29 años después, ese Referéndum de libre autodeterminación sigue sin llegar", apuntó.
Venezuela y le pueblo saharaui
Venezuela desde el 3 de agosto de
1982 reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd), y las
relaciones diplomáticas formales se establecieron en diciembre de ese año,
durante el gobierno de Luis Herrera Campins. La embajada saharaui fue
inaugurado en Caracas en 1982, y la embajada venezolana en Argelia fue
acreditado a la RASD. Por su parte, el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo
Chávez, fue un defensor de la causa saharaui, en el año 2004 firmó un Convenio
Integral de Cooperación por parte del Ministerio de Energía y Minas y el ministro de Cooperación saharaui Salek Bab, abriendo paso a un si números de
proyectos que incluían construcción de escuelas en ese territorios y convenios
estudiantiles para estudiar en territorio venezolano.
En un discurso que pronunció en ante el XIV congreso de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (Fdim), que se celebró en abril del año 2007, Chávez animó a todos los países del mundo a que reconozcan a la República Árabe Saharaui Democrática: "El apoyo firme y decidido del pueblo y del Gobierno venezolano a la justa causa del pueblo saharaui", y estimó que los países que faltan por solidarizarse actúan "seguramente por ignorancia" de la historia de los pueblos y de la legalidad internacional, así como prometió levantar su voz en todos los foros internacionales en defensa de ese pueblo hermano noble y valiente que lucha por sus legítimos derechos a la libertad y a la independencia”. Cualquiera que conózca la lucha del pueblo saharaui se identifica y se solidariza con él, estimó el comandante