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Reclamo fascista de siempre: Ahora la derecha protesta en Colombia porque el Pueblo le quitó el poder

La derecha se convierte en fascista cuando tocan sus intereses
BBC.com

Publicado: 28/09/2022 07:00 PM

Lo vivimos en Venezuela, es historia escrita con tinta húmeda aún. Cuando se inicia un proceso de restitución de los derechos para los Pueblos; los ricos, empresarios y terratenientes se victimizan ante una sociedad que siempre los ha privilegiado con la anuencia del Estado, como ocurre ahora en Colombia tras la llegada de Gustavo Petro como primer presidente de izquierda en el país neogranadino en 200 años de independencia.

¿Cuál fue el pecado que cometió Petro para que en menos de 2 meses inicien las protestas a favor de la “democracia”? ¿Quiénes y por qué protestan? En Colombia, por la voluntad de la mayoría del Pueblo, ganó Gustavo Petro las elecciones presidenciales y, con ello, comenzó una era en el país vecino que puede marcar el inicio de un proceso de democracia inclusiva enfocada en el ámbito social, la educación, la salud, el campo y el medio ambiente, según lo presentado en su propuesta de gobierno.

De acuerdo a lo expresado por el periodista colombiano José Ospina en el portal de la Deutsche Welle (DW), en un artículo publicado el 7 de agosto 2022, los desafíos para el nuevo presidente, su equipo de Gobierno y Colombia superan las dificultades de poder cumplir las promesas sociales con los pocos recursos que dejó el Gobierno de Iván Duque, sin mencionar el Proceso de Paz, que queda sin financiamiento.

Petro recibió una democracia en máximo riesgo. ¿En qué país civilizado, militares envenenados por políticos salen a cazar jóvenes por miles, para asesinarlos por un plato de arroz chino y unos días libres? ¿En cuál país políticos en el Gobierno y el Parlamento incitan a la Policía y al Ejército a "sacar tanquetas" o "entrar a matar" cuando se protesta? Se pregunta el periodista.

Tenemos que dejar la idea de declarar comunista o enemigo a quien reclama sus derechos. Si el camino es la democratización de Colombia, la reacción del Estado a las peticiones de los campesinos e indígenas no será más nunca enviar helicópteros artillados, como ha sucedido desde los tiempos de Marquetalia.

¿En cuál país, parlamentarios les gritan a los jóvenes "estudien vagos", sabiendo que en Colombia la educación superior sigue siendo un privilegio? Nunca antes un Gobierno colombiano había querido garantizar el derecho a una educación de calidad, como la que promete Alejandro Gaviria, el nuevo ministro de Educación, quien propone llevar los resultados de la Comisión de la Verdad a todos los salones de clase del país. Las lecciones de ayer, evitan las guerras del mañana, comenta Gaviria. ¿Cómo se podrá construir un país incluyente en todos sus espacios?

Desde la colonización, han intentado inculcar que las personas de piel oscura son seres inferiores, ignorantes, bestias, esclavos y máquinas de mucha capacidad de fuerza física que se pueden explotar fácilmente para realizar labores extremadamente complejas. Esto sigue muy vivo en Colombia, vergonzosamente.

Así vimos en las protestas del pasado lunes 26 de septiembre a una ciudadana bogotana gritar a viva voz:

- Manifestante: ¡Tenemos a los simios gobernando!

- Periodista: Cuando dice “simio” ¿A quién se refiere? 

Manifestante: A Francia Márquez

Periodista: ¿Por qué simio?

Manifestante: ¿Qué educación puede tener un negro?

Periodista: ¿Para usted los negros no estudian?

Manifestante: Los negros atacan y matan

Existe un nivel de racismo que es conocido para nosotros los venezolanos, cuando la derecha nacional llamaba “macaco” al presidente Hugo Chávez, sin embargo, en Colombia es más rancio aún, ya que el sistema de castas y familias apoderadas de zonas, territorios y espacios políticos es más fuerte que en  nuestro país.

El problema de la Paz

Ospina también relata que "la paz total" es una de las propuestas de Petro que genera esperanzas, pero también recelos. Ya nadie puede negar que dejar las armas sí paga. En una democracia se pelea con argumentos, no con armas. 

Ahora, mientras los que antes se levantaban en armas, hoy las entregan y aportan a la democracia; la ultraderecha acostumbrada al poder se radicaliza. La paz que propone Petro con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos sin fines políticos al margen de la ley, es necesaria para Colombia y para el continente, por el impacto del narcotráfico y la estela de corrupción y muerte que provoca en toda sociedad que lo tolere.

En una editorial del portal DW, en septiembre de este año, se informó que el grupo criminal más grande de ese país, Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), aseguró que su decisión busca "caminos de paz" en lo que espera sea una "era distinta" que se abre con la investidura de Petro. Esta agrupación paramilitar, también conocida como Clan del Golfo, anunció "un cese unilateral de hostilidades ofensivas".

"Por fin termina el régimen saliente del presidente Iván Duque", dice el comunicado del Clan del Golfo, y también sostiene que el gobierno que terminó "es representativo de todas las cosas que deben cambiar en un país para el logro de la esquiva paz".

Petro ha mostrado voluntad para emprender una política de paz total que contempla retomar los diálogos con la guerrilla del ELN y otros grupos armados que operan en el territorio. Sin embargo, la derecha añora los tiempos de Carlos Castaño y sus hermanos, quienes garantizaban a los terratientes la ocupación de las tierras de los campesinos, con amenazas y masacres que ocasionaron desplazamientos en las zonas rurales, tal como en la administración de Iván Duque, durante la que hubo al menos 53 estructuras narcoparamilitareen los 32 departamentos del país. A pesar de ésto, se sumaron 10 organizaciones armadas al cese al fuego unilateral en respuesta al llamado del nuevo mandatario neogranadino.

Sin embargo, el presidente recién electo enfrentó la primera jornada de protestas. Medios de noticias como Semana, DW y El País han dado cobertura a grupos de personas que rechazan al gobierno de Gustavo Petro y que realizaron manifestaciones en varias ciudades del país, a través de la llamada "Gran Marcha Nacional" convocada por la oposición, principalmente gremios de empresarios.

Según medios locales, la oposición rechaza las reformas que anunció el Gobierno colombiano, que tiene apenas mes y medio de gestión, y se manifiesta en contra del ajuste tributario que se presentó ante el Congreso de la República, y que busca que las personas con mayores ingresos paguen más impuestos.

¿De qué trata la reforma tributaria?

El preámbulo de la Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social destaca que la propuesta se basa en los principios constitucionales de "equidad, eficiencia y progresividad", y busca "contribuir a reducir la deuda social histórica que tiene el Estado colombiano con sus habitantes". Esto último ha sido un clamor de la ciudadanía en distintos gobiernos.

El acento se pone en los temas pendientes que afectan a los sectores más vulnerables: pobreza, hambre y desigualdad. El ministro de Hacienda, José Ocampo, señaló, cuando introdujo la propuesta, que el objetivo es "disminuir los tratamientos tributarios" que han privilegiado a la minoría más rica que paga menos que los asalariados.

Por esta razón, lo que se busca con el cambio es que exista "una redistribución del ingreso a favor de los hogares vulnerables, con importantes efectos en su bienestar", como la reducción significativa de la pobreza monetaria y extrema, que en 2021 fueron de 39,3 % y 12,2 %, respectivamente.

Además, con esta reforma, el Gobierno de Petro plantea una meta de recaudación fiscal de 25 billones de pesos (5.797 millones de dólares), que corresponden al 1,72 % del Producto Interno Bruto (PIB) de 2023 y al 1,39 % del PIB entre 2024 y 2033, declaró el ministro al portal RT el pasado lunes 26.

Los motivos puntuales que marcaron la razón de ser de las manifestaciones tienen que ver con el descontento de un grupo de colombianos por la reforma tributaria, el alza en el precio de la gasolina, así como una reforma pensional que ya estudia el Gobierno.

"No más Petro", "vamos por mal camino", "quiere acabar con todo", fueron las frases más recurrentes en Bogotá, donde dos marchas que salieron de diferentes puntos llegaron a la Plaza de Bolívar.

La llamada "Gran marcha nacional" para que los ricos no paguen mayores impuestos, impulsó concentraciones y plantones en más de 20 ciudades colombianas y en varias de Estados Unidos, México, Panamá y Suiza, dijo el arquitecto Pierre Onzaga, uno de los gestores de la movilización, y anunció una segunda jornada para el próximo 24 de octubre. ¿Conocemos los venezolanos este escenario? Sí.

Alegan en contra la reforma laboral que será presentada al Congreso el año entrante, que para los empresarios “será más difícil crear empleos” porque traerá mayores costos.

Rechazan “invasiones de tierras”

"Somos gente trabajadora pero acá en el Norte del Cauca no tenemos protección cuando los indígenas invaden las fincas", manifestó a un periodista del diario Semana, un hombre que dijo ser propietario de una pequeña finca en la que siembra caña de azúcar que luego vende a las fábricas procesadoras.

La Defensoría del Pueblo alertó que han aumentado los casos de ocupación indebida de tierras en varias regiones del país: han detectado 108 casos, el 36% de ellos en el departamento del Cauca (suroeste colombiano). La mayoría de estas "invasiones" las hacen indígenas argumentando querer "liberar a la madre tierra" de la sobreexplotación. Es difícil comprender cómo un indígena, el poblador originario de estas tierras, se le reconoce ahora como invasor.

En el norte del país también hay ocupaciones por parte de campesinos que reclaman terrenos que les fueron arrebatados durante el conflicto armado. Cabe preguntarse: ¿Llegó el momento de la justicia a Colombia?