¿Qué hace Lenín Moreno? Así el Covid-19 y el neoliberalismo están acabando con Guayaquil
Publicado: 02/04/2020 10:44 AM
El Coronavirus fue considerado una pandemia por su gran propagación y letalidad causando muertes en todo el mundo. Muchos han sido los gobernantes que lo han tomado a la ligera, lo que ha traído como consecuencia elevadas cifras de muertes por una enfermedad que requiere cortar su propagación. Casualmente esos países que ven el covid-19 como juego de niños, han sido los que han abrazado al neoliberalismo como el modelo económico, dejando de lado al ser humano y anteponiendo la economía.
Prueba de ello es Ecuador, donde no se han tomado ningún tipo de medidas y las cifras de contagiados crece como la espuma. Allá en la mitad del mundo, hasta la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, quien es parte de la estadística de la pandemia, alzó su voz quejándose de lo que sucede con las políticas públicas en materia de salubridad para detener la curva ascendente. Viteti declaró “exigiendo al Gobierno nacional que recoja los cadáveres que se están acumulando, no solo en los hogares, están cayendo en las calles”, siendo el mayor territorio contagiado el municipio Guayas, donde está ubicado Guayaquil.
Es tanta la desconexión y la falta de responsabilidad por parte del presidente Lenín Moreno y su tren ministerial, que la gente se está muriendo en sus casas sin ningún tipo de atención médica, infectando a quienes están alrededor. Aunado a eso el Estado no busca a los cuerpos sin vida y es la comunidad, la familia quienes deben buscar soluciones sin ningún tipo de protocolo de salubridad.
Las familias levantan el cadáver de sus camas sin trajes especiales, a veces sin siquiera guantes ni tapabocas para enterrarlos en el patio de su casa o en algún rincón de su casa. En otras ocasiones incineran el cuerpo en la calle, donde ellos habitan propagando, aún más la pandemia dentro de su comunidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado un protocolo bastante estricto para los cadáveres infectados, ya que aún después de muertos puede que el Covid-19 siga latente en los cuerpos más que por inhalación de material infeccioso, el cadáver “debe introducirse en una bolsa sanitaria biodegradable”, en la misma habitación de aislamiento. La bolsa debe ser pulverizada con desinfectante y con cierre, el cual se deberá sellar con un pegamento u otra sustancia que asegure el hermetismo.
Esto no pasa en Ecuador, en imágenes que circulan por las redes sociales, se puede ver como el Estado abandonó a su suerte a los más de 1500 infectados hasta la última semana de marzo, donde mueren en sus casas sin el protocolo debido; las familias manipulan a sus difuntos sin guantes, ni mascarillas, menos con bolsas para cadáveres herméticas.
En las calles ecuatorianas se pueden ver familias manipulando cadáveres, sin ninguna protección, así como enterrándolos en sus casa, bien sea en sus patios o en algún lugar de la vivienda, o en algunos casos lanzándolos a la calle cremándolos en plena vía publica propagando aún más el virus. Ante la ola de criticas, el Gobierno de Moreno ha planteado la apertura de fosas comunes para enterrar a los infectados de covid-19.
"Con los pobres de la tierra quiero mi suerte echar", dijo una vez José Martí, el ilustre cubano, por allá por 1853 y ahora, más de 200 años después, los pobres de Ecuador sufren calamidades en el Gobierno de Lenin Moreno, sí, ese mismo que aseguró seguir los pasos de Rafael Correa en lo que a justicia social se refiere y jamás cumplió, el mismo que invito a pasar al FMI a mediados del 2019 a la nación sucrense.