¡Para no olvidar! Esto es lo que esconde Allup sobre la Masacre del Amparo
Publicado: 31/10/2018 06:23 PM
En los últimos días en boca de opositores de la derecha
sanguinaria, algunos cobardemente escondidos en las redes sociales, abordan el
tema de masacres, torturas y desapariciones, aunque muchos de ellos hayan sido cómplices de esas dirigencias de la Cuarta
República que actuaron bajo la doctrina “disparen
primero y averigüen después”.
Si es de hablar de una de tantas masacres ejecutadas por
la Cuarta República adeca-copeyana, no se puede olvidar jamás, lo ocurrido un 29
de octubre de 1988 en la población de El Amparo del estado Apure; cuando un comando combinado por militares y policías, en una operación
denominada “Anguila III”, asesinó a 14
pescadores en el Caño Las Coloradas del Alto Apure; y luego levantando un
“falso positivo”, haciéndole creer a todo el mundo que se trataba de un enfrentamiento con
guerrilleros.
No pasaron 48 horas, cuando, sin necesidad de las redes
sociales y gracias a las valientes versiones de testigos y auténticos
defensores de los derechos humanos, se develó el montaje publicitario diseñado
por el aparato represor del gobierno adeco de turno.
La verdad salió a relucir, fueron asesinados 14
venezolanos, se le sembraron armas y municiones. Esto sí fue una auténtica
masacre, no la única, parte de muchas que se ejecutaron bajo la doctrina adeca
“disparen primero y averigüen después”.
Los adeco - copeyanos, nunca reprocharon la secuela de
masacres que se venían sucediendo desde años atrás, cometidas y autorizadas por
la camarilla verdiblanca del Puntofijismo. En este caso, los historiadores
podrán confirmar como Henry Ramos Allup defendía a Jaime Lusinchi y a Blanca Ibáñez, quienes gobernaban el país al momento de ocurrir la “Masacre
de El Amparo”.
En una ocasión cuando el congreso asomaba la sola idea de
interpelar a Ibáñez por numerosos
casos de corrupción, Ramos Allup se
sentó en la entrada de la sala de interpelaciones y le dijo a los periodistas
en voz clara y fuerte: “Aquí nadie me va a venir a tocar a Blanca”. Por supuesto, posteriormente fue Ibáñez la que le regaló a Ramos
Allup la Fracción Parlamentaria de
Acción Democrática (AD).
Además resulta curioso que Ramos Allup, al día siguiente de la Masacre de El Amparo, el 30 de
octubre de 1988, tuvo una reunión clandestina en el pueblo de El Amparo, con
los integrantes del partido AD, dejando sus instrucciones para silenciar las
protestas que se le venían encima al gobierno adeco de Lusinchi.
Entonces ahora se comprende porque las masacres de la Cuarta República, constituyeron las acciones más hostiles contra el pueblo humilde, para tenerlos “dominados”. Por eso es que sueñan hoy en día en llegar al poder ofreciendo “castillos en el aire a través de cantos de sirenas”.
Para entender el presente, no hay que olvidar el pasado.
¡¡¡Así que siempre alertas compatriotas!!!