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Operación Centauro

Esta operación encubierta ocurrió entre 1989 - 1990 durante la presidencia de Alfredo Cristiani
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Publicado: 16/11/2020 05:56 PM

Hoy 16 de noviembre se cumplen 31 años de la Masacre de los seis Sacerdotes Jesuitas en El Salvador. La Operación Centauro fue dirigida por agentes de la CIA y el entonces embajador de Venezuela Leopoldo Castillo. La planificación tenía como objetivo eliminar al personal religioso que promovieran el movimiento a favor de la opción por los pobres en la región. Las reuniones para ejecutar el plan se llevó a cabo en las sedes de la Escuela de las Américas, a las cuales asistió el referido embajador.

Esta operación encubierta ocurrió entre 1989 - 1990 durante la presidencia de Alfredo Cristiani. La masacre esta relacionada con un conjunto de asesinatos orquestados por The School of Americas (School of Assassins) - Escuela de las Américas o de Asesinos ) por sus siglas en inglés, en Centro América. El objetivo: eliminar a los sacerdotes, religiosas, docentes y estudiantes vinculados a movimientos pacifistas.

Durante la presidencia de José Napoleón Duarte (1984-1989)  Luis Posada Carriles fue su principal asesor más cercano en materia de represión y tortura. Lo cierto es que el sacerdote y rector de la UCA, reverendo Ignacio Ellacuría, adelantaba pasos importantes para que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional depusiera las armas y se propiciara un dialogo para el cese definitivo de las hostilidades. Durante la guerra el ejército bajo la dirección de la CIA exterminó 75.000 vidas inocentes.


Tanto el rector, como sus colegas Armando López, Juan Ramón Moreno, Ignacio Marti-Baró, Segundo Montes y Joaquín López, profesores de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” y alumnos de esa universidad eran víctimas de constantes amenazas y ataques fascistas por parte de los dirigentes del partido político ARENA.

Ese día, un escuadrón irrumpió sorpresivamente de madrugada en la sede la universidad mientras los sacerdotes dormían. Los defensores de la Teología de la Liberación fueron sacados a punta de rifles de sus habitaciones y todos recibieron un tiro en la parte posterior de la cabeza. También fueron ajusticiadas la empleada Julia Ramos y su hija de 15 años Celina Mariceth Ramos.

Poco se ha dicho sobre la política exterior de Venezuela en Centro América durante los años del Pacto de Punto Fijo (1958-1990). Los hechos y documentos desclasificados de la CIA evidencian que nuestra cancillería en combinación con agentes de la CIA fueron los principales actores en la conformación y acción de los “Escuadrones de la Muerte”. Grupos élite del ejército salvadoreño entrenados para efectuar la eliminación sistemática y selectiva de las voces que predicaban la Teología de la Liberación:.

Los documentos desclasificados de la CIA en 2009 advierten que tanto la Agencia, el Departamento de Estado y los servicios secretos españoles (CESID) estaban al tanto que el rector de la UCA, profesores y alumnos iban a ser asesinados por los escuadrones de la muerte del ejército salvadoreño. En la lista de sentenciados también figuraban los nombre de Monseñor Arnulfo Romero y las cuatro monjas Maryknoll que poco después, fueron salvajemente violadas, torturadas y fusiladas.,

Durante el periodo de la guerra en El Salvador (1979-1991) la CIA desembolso 1.500.000,oo  U$D diarios para el sostenimiento de los escuadrones de la muerte y el equipamiento del ejército salvadoreño. Hecho que la hizo mucho más larga y sangrienta. Los señores de la guerra  Negroponte y Elliot Abrams dirigieron todas estas operaciones, así como las relacionadas con el contrabando de armas por drogas.

Juicio en España reavivó el caso

En 2009, cuando se cumplieron 30 años de la masacre la justicia española sentenció condena de 133 años contra el ex viceministro de Seguridad Inocente Montano en España por el asesinato de los seis religiosos originarios de ese país. Esto ha reavivado las discusiones en El Salvador de la urgencia de reactivar el proceso local.

Dos únicos testigos de la masacre


En el juicio que los asesinos ausentes enfrentaron en España testificaron Lucía Cerna y el teniente retirado Yusshy Mendoza, entre otros. Cerna es la única testigo ocular del asesinato, quien tuvo que salir de El Salvador tras los asesinatos, y Mendoza fue condenado en este país a 30 años de prisión en un juicio que para la Justicia española fue simulado. Al año siguiente fue liberado por un escandaloso indulto presidencial.


ALEJANDRO CARRILLO
ACARRILLOG2020@GMAIL.COM