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MÁS DE 400 MUERTOS Y 700 HERIDOS (EL NACIONAL, 4 DE JUNIO 1962)

Publicado: 07/06/2023 10:00 PM

    • Veintinueve días después de El Carupanazo, el 2 de junio de 1962, reventó El Porteñazo. Los capitanes patriotas de la marina, Manuel Ponte Rodríguez, Pedro Medina Silva y Víctor Hugo Morales, en unión cívico-militar con jóvenes del PCV-MIR, se alzaron en armas contra la dictadura del Pacto de Punto Fijo.

    • Fue una verdadera batalla campal de 4 días, con la ventaja obvia del Gobierno que contaba con superioridad aérea y terrestre. Los aviones F-38 Le Sabre bombardearon una estación de radio y El Fortín Solano, último bastión de la sublevación.

    • Un día después, el alzamiento cívico-militar estaba prácticamente aplastado. Sin embargo, persistió el valor demostrado en la resistencia de estudiantes y militares en el sector La Alcantarilla, específicamente en el Liceo Miguel Peña y El Fortín Solano.

    • Los estudiantes, en solidaridad con los militares sublevados, apresaron a 4 digepoles a quienes colocaron amarrados en las afueras de liceo para impedir que el plantel fuera bombardeado. Más tarde los liberaron.

    • El Batallón Carabobo, leal al Gobierno de Rómulo Betancourt y al mando del Gral. Alfredo Monch, entró a La Alcantarilla con 16 tanques de guerra que, a punta de cañonazos, demolieron el Liceo Miguel Peña. 

    • Fue una verdadera matanza. Destrozaron todas las instalaciones de ese plantel educativo sin solicitar o aceptar la rendición de los rebeldes que ahí se refugiaban. La bandera blanca de los estudiantes fue acribillada.

    • Dentro del Liceo Miguel Peña, aquellos que sobrevivieron a la matanza fueron pasados por las armas in situ.

    • Todas las calles de Puerto Cabello fueron tomadas y, casa por casa, las familias fueron violentamente desalojadas. A los sospechosos los fusilaron en el lugar.

    • Durante esta sublevación cívico-militar, la foto del Padre Luis María Padilla auxiliando a un oficial sublevado, herido de muerte, jugó un papel crucial, dándole la vuelta al mundo. 

    • La llamada “foto del padre”, fue usada como símbolo de adhesión de la Iglesia al Gobierno y para tapar el verdadero número de víctimas, más de 700 muertos y 1.000 heridos; amén de esconder las atrocidades cometidas contra la población civil desarmada y las tropas derrotadas que fueron fusiladas sin fórmula juicio. 

    • También dijo la prensa amarillista que el Padre Padilla fue herido de bala. Al contrario, el sacerdote siguió del lado de los sublevados, abriéndose paso entre los francotiradores del Gobierno para atender a otros heridos en la calle, recomendándoles que se hicieran los muertos para que no les dieran el tiro de gracia y ayudar así a salvarles la vida.

    • Román Chalbaud, en su película La Quema de Judas, hizo una escenificación muy ajustada a la realidad de los hechos en donde actúa el propio sacerdote Padilla dando crédito a lo realmente sucedido.

    • El autor de la foto fue el reportero gráfico del diario La República, Héctor Rondón Lovera (1933-1985), natural de Bruzual, estado Apure. Su arriesgado trabajo fue ampliamente galardonado con los premios Pulitzer y World Press Photo, entre otros. 

    • En 2005, el correo holandés emitió una edición especial de estampillas para conmemorar las mejores fotos de la historia entre las cuales circuló la del fotógrafo apureño Héctor Rondón cuando captó aquel histórico evento de 1962.

REDACCIÓN MAZO