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Malaverismo: Trump en campaña contra Guaidó


Internet

Publicado: 12/07/2020 06:00 AM

El Comando Unificado de la Oposición decidió reunirse ante las declaraciones de Trump con respecto a Guaidó: “Parece estar perdiendo cierto poder. Queremos a alguien que tenga el apoyo de la gente”. Eso tiene al Comando Unificado con una picazón tremenda.

 

Ramos Allup se puso los lentes. Prendió la pantalla gigante y la conectó con su computadora. Estaba preparando todo para la reunión que el Comando Unificado de la Oposición –C.U.L.O - había convocado. No estaba de buen humor. Ni siquiera tocó la falsa escultura que lo acompaña en la Biblioteca Rómulo Betancourt. Tomó asiento. Y con mucha calma empezó a ver por zoom cómo iban apareciendo sus dos excompañeros de partido: Diego arria y Antonio Ledezma. Y después los dos lechuguinos: Carlos Vecchio y Julio Borges. Omar Barboza se excusó porque tenía mala la computadora, y Manuel Rosales también porque todavía no sabía cómo entrar a esa cosa que llaman zoom y además, no había luz en Maracaibo.

Antes de que comenzará la reunión, su esposa le había colocado un café en el escritorio, tuvo que ser ella, porque lamentablemente, la señora Críspula Salazar, lo había abandonado, se fue a la casa de William Dávila, quien anda detrás de Bernabé Gutiérrez para que lo ponga en la lista de candidatos a diputado.

El tema de hoy era la Campaña de Trump contra Guaidó. Y el primero en tomar la palabra fue Antonio Ledezma.

- Buenas tardes, compañeros del Comando Unificado. Las declaraciones de Trump contra lo que queda de Guaidó, son preocupantes. No por Guaidó, sino por nosotros. Eso que dijo: “Parece estar perdiendo cierto poder. Queremos a alguien que tenga el apoyo de la gente”. Eso asusta.

- Yo estoy asustado –dijo Carlos Vecchio- Ustedes están fuera de Estados Unidos pero el que aguanta toda esa burla soy yo. Trump dice que Guaidó es débil, pero aquí lo llaman mequetrefe. Y tienen miedo de que Trump pierda las elecciones por haber apoyado a ese mequetrefe, así me dijo un militar.

- No olviden que yo soy el Canciller –dijo Julio Borges- y he recibido del grupo de Lima cualquier cantidad de cosas. Es decir, lo que dice Trump lo dice todo el mundo. Pero no hay que olvidar que ese hombre es nuestra mina de oro.

- La de ustedes –dijo Diego Arria- porque yo no he visto nada de esos dólares.

- Ni yo tampoco- dijo Ledezma. Por eso estoy pidiendo cuentas claras.

Y viendo que la conversación estaba tomando otro rumbo, Carlos Vecchio le preguntó a Ramos Allup.

-Y tú Ramos Allup ¿cómo estás allá en Venezuela?

- Imagínense cómo estoy, sin la tarjeta blanca y sin el partido y ahora formo parte del C.U.L.O

Los cuatro miembros caídos de la oposición radical que estaban en pantalla, comenzaron a reírse. Veían a Ramos Allup como quien mira a un borracho despechado.

- Volvemos con Trump –dijo Antonio Ledezma- Ya en el libro de Bolton había dicho que Guaidó era muy débil. Y tiene razón.

- La única forma de cambiarlo es que Trump vuelva a ganar y nos autojuramente a otro más vivo, más sinvergüenza.-dijo Diego Arria.

- Este es bastante sinvergüenza, pero no tiene fuerza política –señaló Carlos Vecchio.

- Debemos estar alerta. Trump quiere ganar, pero sabe que su apoyo a Guaidó lo puede llevar a perder las elecciones porque ya tiene año y medio en eso, y no ha tumbado a Maduro. –dijo Julio Borges.

- Trump está en una campaña doble –dijo Ramos Allup.

- Explícate, Henry, porque no te entendí. – dijo Ledezma.

- Está en una campaña doble porque está haciendo su campaña para ser reelegido y está haciendo su campaña para quitarse a Guaidó de encima, ese bacalao.

Todos los demás estuvieron de acuerdo con la frase de Ramos Allup y dieron por concluida aquella reunión y quedaron para una próxima, porque todavía Trump los tiene preocupados. Entonces Ramos Allup se volvió a la cocina y gritó:

-¡Críspula! ¡Críspula!.

Y fue su esposa la que le contestó.

- No te olvides mi motorcito que Críspula se fue con Dávila.

- Y ojala no te vayas tú, mi primera combatiente, porque ya Críspula y Chicharrón y Bernabé, me abandonaron.


Roberto Malaver