El dólar: ¿Una cuestión de fe?
Publicado: 21/07/2023 06:00 PM
¿In
God we trust? (En dios confiamos). En
el mercado financiero mundial esta afirmación ya no tiene sentido, ya que para
mantener clara su política monetaria los países emiten dinero de acuerdo a la capacidad
de pago que éstos tienen a través de sus reservas; paradójicamente, el dólar estadounidense
no posee tal respaldo ya que su emisión y utilización como moneda de
transacciones internacionales está fundamentada en la fe, tal como lo dice la
frase impresa en los billetes.
A partir de 1944 cuando se instauró
la Conferencia Bretton Woods se diseñó
la política económica mundial, planteando una serie de resoluciones dentro de
las que figuran también la creación del Banco
Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). De
ésta manera, se decretó al dólar como una moneda de carácter fiduciario (fe=confianza), es decir, que no está vinculada al precio de una riqueza de reserva
como el oro o la plata. Para la época, esta moneda mantenía un sustento
implícito en la solvencia de la política fiscal y monetaria de EEUU, lo que produjo una gran confianza
a nivel mundial.
En un contexto de inflación
mundial, el 15 de agosto de 1971, el expresidente estadounidense Richard Nixon, eliminó por decreto el
sustento material de la moneda de ese país, debido a que en ese entonces la
circulación de dólares superaba la cantidad de reservas en oro y era necesario
para su hegemonía dejarlo como moneda de reserva mundial fiduciario (respaldo
con base en la confianza).
Hasta el día de hoy, el
dólar ha tenido sustento en la fe de la comunidad internacional, es por esto
que un eminente derrumbe de esa moneda de intercambio, traería gran
perturbación en ámbito mundial, porque a su vez caería un esquema monetario hasta
ahora estable y creíble.
El periodista y analista
internacional Ricardo Galarza, del
diario El Observador de Uruguay, explica que “el dominio global del dólar en
las últimas siete décadas se está viendo debilitado de forma progresiva, la
ausencia de alternativas sólidas se ha convertido en el mayor aliado del 'billete
verde' para mantener la hegemonía en el sistema monetario global. Sin embargo,
esto no ha impedido que los bancos centrales de casi todo el mundo hayan
reducido su confianza en el dólar (para mantener sus reservas) a cambio de
otras divisas o activos”, añade que “el sistema monetario se encuentra en
constante evolución y poco a poco se va alejando del modelo dólar-céntrico para
acercarse a otro más multipolar”.
Según algunos expertos en
política monetaria internacional, el mundo marcha hacia una desdolarización
como una respuesta a las constantes restricciones que, a través de la moneda estadounidense, hace al resto del mundo, al ser utilizada el dólar como un instrumento de coacción a las economías que no
comparten la visión norteamericana. El periodista y analista político Javier Collado, publicó en el diario
español El Economista que “desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, las sanciones internacionales al país ruso se viene
cuestionando la hegemonía del dólar”.
La economista y primera subdirectora
gerente del FMI, Gita Gopinath, en una entrevista
realizada en marzo del 2022 al diario The Financial Times, estimó un “posible
surgimiento de bloques pequeños monetarios basados en el comercio entre grupos
separados de países como consecuencias de las sanciones que impiden a Rusia acceder a los mecanismos de pago
internacionales, como SWIFT”; agregó que “las sanciones podían derivar en
una fragmentación del sistema monetario internacional donde la primacía del
dólar se fuese diluyendo gradualmente”.
Paralelamente, el presidente
de China, Xi Jinping ha propuesto la desdolarización de la economía global y
encabezar un sistema con varias monedas de referencia, entre ellos el yuan.
El experto en política
monetaria Vicente Nieves y el
periodista Mario Becedas, escribieron
un artículo para el diario español El Economista a propósito de la
situación bancaria internacional, en el que afirman que "la posición del
dólar estadounidense como moneda de reserva global se ha debilitado
drásticamente. En la actualidad, el dólar estadounidense representa un poco
menos del 60% de las reservas mundiales de divisas en los bancos centrales, en
comparación con más del 80% en la década de 1970".
Becedas coincide
con otros expertos en que EEUU está
utilizando todo el poder económico de que dispone para aislar a Rusia, exponiendo que “el papel
dominante del dólar en el sistema financiero mundial hace que estas medidas
sean enormemente poderosas. Sin embargo, esto también pueden tener un posible
efecto búmeran: acelerar los esfuerzos de los rivales geopolíticos de Washington para evitar el billete verde
buscando otras opciones y reduciendo sus reservas internacionales de la moneda”.
El estratega de tipos de
interés de la institución financiera Credit
Suisse, Zoltan Pozsar, se unió a
la predicción de estos riesgos para la moneda norteamericana. En su
intervención en un podcast de Bloomberg
señaló que “las guerras tienden a convertirse en coyunturas trascendentales
para las divisas mundiales, y con la pérdida de acceso de Rusia a sus reservas de divisas, se ha enviado un mensaje a todos
los países de que no pueden contar con que estas reservas de dinero sean
realmente suyas en caso de tensión. Por ello, puede tener cada vez menos
sentido que los gestores de las reservas mundiales guarden dólares por
seguridad, dado que podrían quitárselos justo cuando más los necesitan. Una
lección que, antes que Rusia, la
vive Venezuela, Siria y hace algunos meses, Afganistán”.
Añadió Pozsar que el castigo financiero a Rusia conlleva el peligro de “convertirse en la chispa que dé paso
a esta dinámica. El caso de Moscú
puede servir para que China, la otra
gran potencia mundial ahora mismo en pugna con EEUU, se termine de animar a conformar una alternativa mundial al
dólar. La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos interbancarios
SWIFT puede acabar siendo prueba de ello. Los rusos están haciendo valer su
sistema patrio, el SPFS (Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros)”.
En todo caso, Pozsar
sostiene
que situaciones como estas pueden animar a los bancos centrales a
diversificarse y alejarse del dólar, o a tratar de volver a anclar sus monedas
en activos menos susceptibles a la influencia de los gobiernos de EEUU o Europa. De este modo, las recientes tensiones podrían dar paso a un
nuevo orden monetario en el que los países estén mucho más interconectados a
través de las cuentas y reservas bancarias internacionales.
Entonces nos preguntamos: ¿Se perdió la confianza?
AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO