Chavistamente: En caldo de pirañas
Publicado: 16/01/2019 04:15 PM
Cuando la oposición, en 2017, puso su destino en manos de Freddy Guevara; cuando Ramos Allup fue apretado por quién sabe qué alicate imperial que lo obligó a ponerse detrás del más insípido de los mascachicles; cuando marcharon al ritmo de comandos locos tuiteados cada tarde, anunciando más violencia. Cuando los infomercenarios blanqueaban hechos atroces, como quemar vivo a alguien porque “lo confundieron” con un chavista, o porque era “robó a alguien en la manifestación”. Cuando vecinos normales y corrientes se convirtieron en asesinos, porque linchar negros era válido, porque podían ser “infiltrados chavistas”, porque la sociedad civil luchaba por la democracia y la libertad. En esos tiempos, los más oscuros que hemos vividos en 20 años, los más peligrosos; pensamos que la oposición no podía caer más bajo. Pensamos mal…
De él conocíamos sus nalgas, un par de ellas entre una docena culos que se exhibieron en una avenida de Caracas, a modo gringo -¡No faltaba más!- de protesta porque “Chávez vete ya”. Un cero a la izquierda que llegó a la Asamblea Nacional en aquella nefasta elección en la que nadie sabía los nombres de los diputados por quienes votaron, porquelo que importaba era votar por “la última cola” que no fue. El cero a la izquierda que no hacía quórum y que iba de último en la fila de el partido guarimbero que encabezaba Leopoldo López y cuyo liderazgo manoseó Freddy Guevara antes de esconderse en la embajada de Pinochet, en un instante, pasó del anonimato al asador, para ser cocinado a todo fuego, a punto de chicharrón con pelos.
Un fake martir en potencia, un descartable en caldo de pirañas, chapoteando en la sangrienta lucha interna opositora por el poder presidencial, una cosa grotesca que parece esos shows de lucha libre donde un vampiro, una loca, una momia con botox, un cobarde baboso, un psicópata de ojos puyúos y otro con ojos puyúos en esta esquina… Y a una falsa rubia platinada y un príncipe en un palacete en esa esquina también… Todos quieren ser presidentes de una transición. Hierve en ese caldo un nadie que hay que convertir en alguien a la cuenta de un, dos y tres…
Cadenas de Whatsapp desbordan los teléfonos del este de Este. En Twitter el tipo ya es TT. La BBC lo promociona como joven promesa, líder sorpresivo, dedicándole un reportaje cuyo titular es casi una confesión de cómo se fabrica un personaje mediático: “Cómo pasó de ser un diputado poco conocido en Venezuela al más prominente líder opositor en 48 horas”.
Y no solo construirlo, sino dirigirlo: desde el mismo jueves, cuando el presidente Maduro fue juramentado, desde CNN, BBC y otros grades medios, titulaban como hechos cumplidos cosas que no habían pasado y que debía protagonizar alguien cuyo único momento protagónico había sido mostrar las nalgas en plena calle. Así fue designado por la CNN y más tarde, juramentado por Wikipedia como presidente legítimo de Wikizuela, todo esto mientras el “elegido” balbuceaba evitando decir que él es presidente pero que no es.
Como el monigote que es, lo bambolean de un lado a otro, le escriben lo que va a decir, lo llevan al barranco y lo van a empujar, porque Pompeo dijo, porque Marco Rubio quiere, porque para llegar al poder hay que hacer sacrificios (humanos), dicen los aspirantes a presidente que, después de arrastrarse tanto, no se van a dejar birlar la silla por un guarimbero nalgas blancas.
Así escala la locura dictada a distancia en grandes titulares de antemano: “La Asamblea Nacional declara a Maduro Usurpador”, al día siguiente, en la Asamblea en desacato, vemos a los diputados del fracción guarimbera levantar la manos eufóricos, como si fueran a lanzar una molotov, junto a un Ramos Allup derrotado, amarrado, entregado, levantando la mano hasta el hombro, como para que no se note mucho. Luego un tuit chillón, que siempre se puede borrar, donde dice que él si la levantó.
CNN anuncia que la Asamblea va a pedir a 46 países que congelen los bienes de Venezuela. CNN anuncia que la Asamblea va a pedir que nos hagan lo que se le hizo a Libia meses antes de que fuera invadida y devuelta a la edad de piedra. CNN va anunciando un camino que nadie en Venezuela quiere recorrer, mientras en las redes venezolanos sin alma piden muerte, saqueo, desolación para el país del que se fueron y al que no quieren regresar.
Fuera de las redes sociales y de los titulares de CNN, en las calles, todos saben que el presidente es Nicolás. Y el nalgas blancas no entiende nada, ¡si hasta le tomaron una foto en la que se parece a Obama!. Y como lo empujan y la cosa no cuaja y llaman a los militares para que les hagan el favor y nada, el nuevo “libertador” anti bolivariano declara desconcertado: “Mucha gente de Tucupita, por ejemplo, no sabe qué ocurrió el 5 de enero ni el día de ayer (el cabildo abierto)”, descubriendo que Twitter no es la vida real.
En ese punto del subsuelo está la oposición. Darían mucha risa si no fueran tan peligrosos.
CAROLA CHÁVEZ
@tongorocho