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¿A quién le rezan? Cómo actúa el conservadurismo en Estados Unidos

Además del racismo y el clasismo, los estadounidenses logran segregarse aún más
Características.com

Publicado: 11/11/2022 05:30 PM

Además del racismo y el clasismo, la sociedad estadounidense siempre consigue otra forma de segregarse. Estados Unidos se presenta ante el mundo como una comunidad ejemplar, con una democracia modelo para el resto de las naciones, sin embargo existen realidades muy palpables que evidencian la decadencia dentro de su sistema.

Así vemos como Harold Meyerson, columnista del diario The Washington Post y editor general de la revista The American Prospect en una entrevista para ese mismo medio, comentó que “si algo caracteriza a la política y al sistema de partidos de ese país es la variedad de sus espectros ideológicos. Existe todo un engranaje cultural, económico y político compuesto por instituciones, empresas, medios de comunicación, académicos, jueces e incluso personalidades famosas que contribuyen a configurar tendencias ideológicas que convergen en los partidos Republicano y Demócrata”. De acuerdo a esto, nadie pondría en duda que movimientos como Black lives matter, medios de comunicación como The New York Times o empresas como Facebook son más proclives al Partido Demócrata y que las reivindicaciones que pregonan, las opiniones que emiten o el dinero que donan contribuyen a articular las políticas que realiza este partido.

Plantea Meyerson que para analizar en profundidad por qué el Partido Republicano ha cambiado tanto en los últimos años, es preciso descomponer ese engranaje y analizar de qué y por quién está compuesto el mundo conservador en Estados Unidos. La faceta más visible quizás sean los medios de comunicación, cuya línea editorial es marcadamente conservadora. Afirma el columnista que diarios como Breitbart o The Wall Street Journal, programas como InfoWars y, especialmente, la cadena Fox son los creadores de la información que consumen casi a diario los conservadores estadounidenses, más dispuestos a moverse en entornos de su misma orientación ideológica y desconfiar de la mayoría de otros medios de comunicación. Así vemos como Fox, controlada por el magnate Rupert Murdoch, fue una pieza central en la presidencia de Donald Trump y una fuente de consulta habitual del exmandatario.

Pero no todo el universo conservador lo compone Fox News, instituciones y otros laboratorios de ideas, como The Heritage Foundation, Freedomworks o The Federalist, diseñan y fabrican el discurso y las políticas que luego aplican los republicanos en el Gobierno. Otros grupos de interés, como la Asociación Nacional del Rifle, donan enormes cantidades de dinero a las campañas políticas de esa misma tendencia, que defienden el discurso a favor del uso de armas de la segunda enmienda. En política exterior, voces como la de Henry Kissinger y el Comité Nacional Republicano siguen siendo escuchadas y  promueven informaciones en Washington.

Arwa Mahdawi, periodista de origen palestino radicada en Nueva York, en un artículo que publicó en el diario londinense The Guardian en 2020, comentó que la afiliación religiosa también juega un papel importante en la política estadounidense, y no solo en el Partido Republicano. De hecho, son los demócratas quienes atraen una mayor preferencia política por grupos religiosos, especialmente los minoritarios, de una mayoría étnica concreta o los católicos, tradicionalmente identificados con este partido. Sin embargo, en las otras creencias cristianas la cosa cambia: más del 50% de los creyentes anglicanos, metodistas o luteranos se identifican como republicanos, una cifra que llega al 70% en el caso de los mormones. El anterior candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, provenía de esta rama cristiana, que constituía el mayor núcleo de apoyo por religión del expresidente Trump en los sondeos de finales de 2017.

Agrega Mahdawi que el Poder Judicial contribuye, no solamente en la configuración ideológica del pensamiento conservador, sino en asentar de forma efectiva algunos de sus principios como ley. Como sabemos, los jueces federales de Estados Unidos no proceden de la carrera judicial, sino que son nombrados por el Poder Ejecutivo con el visto bueno del Senado. El Tribunal Supremo también es elegido por este sistema, lo que conlleva que los presidentes realicen sus nombramientos teniendo en cuenta la visión personal y jurídica del candidato en materias tan controvertidas como la libertad religiosa, porte de armas, aborto o matrimonio entre personas de igual sexo, con expectativas a que pueda sostenerse por un largo período de tiempo, ya que estos magistrados ostentan su cargo de forma vitalicia. 

AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO