27F-1989: Retrato de un sistema que silenció con la metralla el grito rebelde de un pueblo
Publicado: 27/02/2019 06:00 AM
El 27 de febrero de 1989, el mundo fue testigo de la más
cruenta masacre que se haya suscitado en Suramérica, cuando una casta política
obediente a los mandatos del imperialismo y la oligarquía, decidió silenciar los
reclamos del pueblo con la metralla de fusiles y el llanto que trae consigo la
muerte.
Esta acción genocida que dejó no menos de 3.000 víctimas
mortales solo en las zonas de la gran Caracas, se suscitó cuando cansado de las
mentiras de adecos y copeyanos, el pueblo decidió alzar su voz de rebeldía para
exigir el fin de un sistema que los había empobrecido y condenado a la miseria,
mientras una minoría se enriquecían a la sombra de la corrupción.
Una década para el olvido
Con la llegada de la extrema derecha al gobierno de los
Estados Unidos y el Reino Unido, representados por Ronald Reagan y Margaret Thatcher
respectivamente, se inicia en el mundo, la imposición del neoliberalismo, del
cual Venezuela se convirtió en patio para el experimento de este modelo que
recrudecía su política de hambre y miseria contra las mayorías.
Para Venezuela esta década se había traducido en la
profundización de la corrupción y la explotación del capitalismo rentista que
se tradujo en el incremento de la pobreza y la miseria en una población que se
veía sometida por la acción de los cuerpos de seguridad que iban incrementando
sus niveles de represión.
Traición de la esperanza
Tras asumir el mandato, el 16 de febrero de 1989, CAP
anuncia una serie de medidas económicas que en resumen intensificaban las
acciones de saqueo de las riquezas del país, que pasaba por la privatización de
todas las empresas públicas, el aumento de las tarifas de los servicios
públicos, la flexibilización de la legislación laboral y la reducción del
Estado que se tradujo en el despido masivo de trabajadores.
Tras este anuncio, se desató en Venezuela la vorágine de la
oligarquía que con complicidad del Estado, inició su operación de robo contra
el pueblo que un día decidió decir ¡basta!
Un día de rebeldía y muerte
Todo comenzó el lunes cuando tras el anuncio del aumento de la gasolina, los transportistas decidieron aumentar el pasaje, provocando la indignación del golpeado pueblo que en Guarenas, decidió alzar su voz contra el paquetazo que solo había traído consigo el recrudecimiento de la miseria.
Esta expresión de descontento y rebeldía contra la vorágine capitalista, se extendió hacia otras zonas de la gran Caracas, donde en masa la población decidió salir en busca de los alimentos y productos que les eran negados por un sistema hambreador.
Ante esta manifestación de descontento social, la respuesta de la decadente oligocracia fue la represión que con el transcurrir de las horas y ante la fuerza de un pueblo que parecía indomable, decidió recurrir a la metralla asesina.
Hoy a 30 años de esta masacre el pueblo venezolano honra a
las miles de víctimas que regaron con su sangre de mártires las calles de la
Patria, que se levanta irredenta al calor de la Revolución Bolivariana para
decirle al mundo “no al imperialismo”, “no al neoliberalismo” y recordarle que
gracias al Comandante Supremo Hugo Chávez, “en Venezuela manda el pueblo” y la oligarquía y sus masacres "no volverán".