Publicado: 27/11/2024 10:00 PM

(El Nacional, El Globo y Últimas Noticias, 28 al 30 de noviembre de 1992)

• El 27 y 28 noviembre de 1992, fueron masacrados más de 200 reclusos en el Retén de Catia, en una estampida provocada por las autoridades carcelarias.
• El director del penal, Eloy Mora, anunció a los reclusos que “el gobierno había caído” y abrieron las puertas del retén para que los presos salieran huyendo a la calle. Así comenzó la matanza.
• Dado el hacinamiento, los ahí recluidos no dudaron en salir corriendo. A la fecha de esta matanza el Retén de Catia albergaba 3.618 reclusos, cinco veces más que su capacidad instalada (630).
• En pocas horas, la Morgue de Bello Monte quedó abarrotada con 115 víctimas del supuesto “motín carcelario”. Las furgonetas tuvieron que trasladar otro número igual a las morgues de La Guaira, Los Teques y Guarenas.
• Según consta en los expedientes, ventilados en distintas instancias nacionales e internacionales, hubo crímenes de lesa humanidad. ANTONIO LEDEZMA era el Gobernador del Distrito Federal y, por lo tanto, a todas luces el responsable directo de lo ocurrido.
• Los sobrevivientes afirmaron que las puertas de la cárcel fueron abiertas para estimular una fuga colectiva y luego mandar a las fuerzas del orden a abrir fuego.
• Los familiares de las víctimas denunciaron que, en medio de la tensión existente en la ciudad, el Director del Retén Judicial de Catia, siguiendo instrucciones del gobernador Ledezma, ordenó a los custodios abrir las celdas del penal para que salieran los reclusos pacíficamente. Por lo que no hubo intento de escape.
• En ese instante, el mismo director Mora, en compañía de efectivos de la Policía Metropolitana (PM) y la Guardia Nacional (GN), abrieron fuego cegando la vida a más de 200 privados de libertad.
• El Ministerio de Justicia solo admitió la muerte de 63 internos; el propio gobernador Ledezma más de 100, y la prensa nacional, basada en los reportes de las morgues, estimó la cifra de víctimas en alrededor de 200.
• Antonio Ledezma justificó así los hechos de sangre: “…No hay duda de que lo que se pretendía era crear un caos en Caracas y que salieran a la calle más de 3 mil reclusos, y eso tuvo que controlarse a costa de muchas vidas”. **** (Diario El País, 01 de diciembre de 1992). A confesión de parte…

OTROS CRÍMENES DE LEDEZMA:  EL ASESINATO DE JOSÉ GREGORIO ROMERO UZCATEGUI “FLECHA”:

• El 2 de julio de 1992, dentro de la UCV, fue asesinado, por agentes de la PM, el joven José Gregorio Romero Uzcategui “Flecha” (14 años), estudiante de tercer año de bachillerato.
• Después de pasar 24 horas en terapia intensiva, José Gregorio falleció a consecuencia de un proyectil disparado por la PoliLedezma, que se le alojó en el cerebro.
• José Gregorio era estudiante del 5to año de bachillerato en el Liceo Juan Pablo II de la California Sur.
• El mismo día en que agentes de la Policía Metropolitana asesinaron a Flecha, tres jóvenes fueron acribillados en la avenida Baralt por un comando de la PoliLedezma: Alberto Vivas Pantoja (17 años), estudiante de 4to año de bachillerato (Testigo de Jehova); Ramón Petit (13 años); y José Luis Rodríguez (24 años); este último se desempeñaba como mensajero en el Ministerio de la Defensa.
• María Pantoja de Vivas, madre del joven cristiano, declaró: “Mi hijo fue asesinado vilmente, jamás incursionó en el delito.”
• Los tres jóvenes fueron acribillados por un comando de motorizados de la PM en la esquina de El Truco dentro del edificio “Cabildo Segundo”, siendo confundidos como delincuentes por un comando motorizado de la PM.
• Antonio Ledezma, en su condición de Gobernador del Dtto. Federal, había instrumentado una política de cero tolerancia en los barrios y sectores populares de Caracas. Esto ocasionó verdaderas masacres contra jóvenes estudiantes señalados como delincuentes.
• Durante la gestión de Ledezma, al menos unos 10 estudiantes cayeron víctimas de escopetas aliñadas con proyectiles ilegales, como metras, tuercas, bujías o tornillos, disparados por agentes de la extinta PM en manifestaciones populares.
• Al legítimo derecho a la Libertad de Expresión e Información, Antonio Ledezma respondió reprimiendo salvajemente a varios comunicadores sociales, entre ellos:
• Herminia Serrano (Periodista de la emisora RQ910): Conmoción cerebral, producto de un golpe en el cuello, causado con el sable o peinilla usado por los funcionarios policiales.
• Oswaldo González Moreno (YVKE mundial): Recibió peinillazos y su grabadora fue destrozada por un funcionario de la PM.
• Francisco Solorzano “Frasso”: Fue detenido por funcionarios de la PM. Recibió múltiples peinillazos.
• Verónica Tessari: Sufrió conmoción cerebral y 15 puntos de sutura debido a una bomba lacrimógena lanzada por la PM que impactó en su cabeza. Su condición se agravó debido a que el gas lacrimógeno logro penetrar en el interior de la estructura craneal. En aquel momento, la periodista afirmó: “Finalmente, después de casi cinco meses en una clínica, con siete intervenciones quirúrgicas producidas el 19 de marzo en la UCV, por la represión policial contra los medios de comunicación. Venezuela sigue viviendo la misma represión. Yo estoy sin miedo, voy a volver la calle, me falta una intervención más, pero sé que conmigo no puede nadie ni con ninguno de mis compañeros, así que pronto nos veremos en la calle, trabajando reporteando para darle información a todos ustedes”. Tessari nunca logró recuperarse, sufrió meses de agonía y tras 7 intervenciones quirúrgicas falleció la noche del viernes 15 de enero. Ningún funcionario de la PM fue acusado ni imputado por este crimen.
• Otros:
• Belinda Álvarez: El 4 de abril de 1991, fue asesinada, a las puertas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la estudiante de 19 años y presidenta del Centro de Estudiantes de Trabajo Social.
• Adultos Mayores y enfermos renales: En la mañana del 3 de febrero de 1992, ancianos, ancianas y enfermos renales exigían asistencia médica, además del pago de pensiones frente al Palacio de Miraflores. La PoliLedezma los golpeó y encarceló. Se estrenó con ellos la recién importada ballena. Unas horas después estalló, la madrugada del 4, la rebelión militar dirigida por el Comandante Hugo Chávez.
• Deportaciones sumariales de migrantes colombianos y haitianos: El periodista Víctor Hugo Majano también denunció que “ese corto lapso de gobierno se caracterizó por deportaciones ejecutivas de ciudadanos colombianos y haitianos, quienes eran apresados en las calles y expulsados del país en apenas horas. Obviamente no podían hacer oposición administrativa y mucho menos judicial a la medida”. En el caso de los haitianos, eran aprehendidos en la calle y en casas donde residían grupos familiares y los trasladaban a la Base Aérea de Aragua. Allí era embarcados en aviones militares de transporte y enviados, apenas con la ropa que llevaban puesta, a la nación caribeña. En la comunidad haitiana abundan las historias de niños que quedaron solos en sus viviendas mientras sus padres volaban forzosamente al país de donde habían salido huyendo de la pobreza y la represión militar.
• Ley de Vagos y Maleantes: Ledezma se valió de este fósil jurídico (plagio casi textual de una ley similar del dictador Francisco Franco) para desterrar a cientos de estudiantes y detenidos en manifestaciones populares. Estos fueron enviados a la Colonia Penitenciaria de El Dorado. Especie de Isla del Diablo, donde en muchos casos no se lograba sobrevivir al paludismo, el dengue y los maltratos carcelarios.

REDACCIÓN MAZO