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EL PUERTO DE LA GUAIRA POR MÁS DE MEDIO SIGLO FUE TERRITORIO INGLÉS

Publicado: 25/09/2024 10:00 PM

(Revista Élite, 1º de junio de 1957 – Nº 1653)

  • Entre 1885 y 1936, la bandera británica ondeó en el Puerto de La Guaira, como si ese enclave fuese una pequeña Hong Kong o Isla de Las Malvinas. Ninguna persona o autoridad venezolana podía acceder o transitar dentro de sus instalaciones sin autorización de los oficiales del imperio británico allí apostados.
  • El uso de los símbolos imperiales británicos nunca fue acordado dentro de las instalaciones del Puerto de La Guaira. Por lo que constituyó uno de los tantos agravios y despojos protagonizado por los agentes británicos contra Venezuela.
  • Esta vez, en ocasión de una concesión de 99 años otorgada por el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, para la construcción del puerto en 1885.
  • Las autoridades británicas, además, permitían el desembarco de tropas de sus barcos de guerra, realizando, dentro del recinto portuario, ejercicios militares.
  • Finalmente, el 2 de junio de 1936, el gobierno del General Eleazar López Contreras logró rescatar dicho puerto, mediante el pago de una elevada indemnización (Bs. 17.531.878,32), lo cual impidió que la concesión continuase por 44 años más, es decir hasta 1980.
  • Dicha cifra resultó exorbitante, puesto que los ingleses solo construyeron una modesta casa de oficinas administrativas. El resto del puerto se reducía a míseras rancherías que servían de centro de acopio a mercancías en tránsito.

EL CONTEXTO:

  • Durante el saqueo que hizo el primer monopolio de la Compañía Guipuzcoana (1728-1785) a nuestra producción (oro, café, cacao, añil, tabaco, algodón, sal, guano, ganado y pieles), la economía venezolana estuvo férreamente estrangulada desde las cortes borbónicas en Madrid.
  • Después de la independencia, esto se prolongó con la presencia de los monopolios extranjeros que ejercieron el 100% del control portuario de todas nuestras exportaciones.
  • Así mismo, el control del comercio de nuestros productos o materias primas, conllevaba a su vez el control de los precios, los cuales se fijaban siempre muy altos para sus importaciones y muy bajos para nuestras exportaciones.
  • Mediante el ejercicio hegemónico de las firmas navieras y aduanales sobre nuestros puertos no solo se controlaban las mercancías, sino también a los gobiernos.
  • Para las legaciones imperiales de Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y EEUU, el Palacio de Miraflores era una de sus oficinas, ponían y quitaban presidentes o armaban grupos locales para derrocarlos, cuando no atendían a sus solicitudes.
  • “Hasta la llegada de Cipriano Castro al poder, ningún gobernante en América Latina, ni en sueños, se atrevía contravenir o a poner en entredicho o duda, ninguna orden, ningún acuerdo impuesto por las potencias gringas y europeas” (Artículo: Cómo fue que no recordamos a Cipriano Castro, como gran luchador antifascista. Quien merece un gran monumento… de José Sant Roz).
  • “Ellos eran dueños y señores de nuestros puertos, de las mejores haciendas, de nuestros recursos, incluso de los propios presidentes y ministros en funciones. De hecho, ellos colocaban a todos los funcionarios claves de la administración pública, los proponían y los destituían a su antojo” (Artículo: Cómo fue que no recordamos a Cipriano Castro, como gran luchador antifascista. Quien merece un gran monumento… de José Sant Roz).

REDACCIÓN MAZO