Publicado: 06/11/2024 10:00 PM

(REVISTA AD, NOVIEMBRE 8-1958- Nº 27)

• Así, el órgano informativo oficial de Acción Democrática (AD) anunció la ratificación del Pacto de Nueva York, esta vez suscrito en la Quinta Punto Fijo, propiedad de Rafael Caldera, en la urbanización Las Delicias de Sabana Grande, Caracas.
• En realidad, el pacto fue inicialmente coordinado por Nelson Rockefeller y refrendado en Nueva York por Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera, a finales de septiembre de 1957, poco antes de la caída del General Marcos Pérez Jiménez.
• Además de Betancourt y Rockefeller, en su elaboración intervinieron tres personajes, quienes propiciaron las condiciones para colocar como punto de partida el golpe de Estado del 23 de enero de 1958.
• Estos fueron: el mafioso italiano Serafino Romualdi, excomunista renegado y dirigente de la organización sindical American Federation of Labor, muy allegado a Betancourt; Allan Dulles, Jefe del Departamento de Estado de los Estados Unidos; y Maurice Bergbaum, Jefe de Asuntos Latinoamericanos.
• Las reuniones se llevaron a cabo en el Hotel Waldorf Astoria, en donde los tres convinieron en blindar un acuerdo para salvaguardar los intereses y aspiraciones del Departamento de Estado de los EEUU, poniendo de relieve sus expectativas de dominio sobre nuestro petróleo y predominio de las importaciones estadounidenses en Venezuela.
• Es así como convinieron Villalba, Caldera y Betancourt en rubricar el Pacto de Nueva York, que posteriormente se sellaría en Caracas, el 31 de octubre de 1958 bajo el nombre de Pacto de Punto Fijo.
• Dicho pacto fue un acto político injerencista, policial, sectario y excluyente. La democracia fue secuestrada por los partidos. El Pueblo, una vez cada cinco años, era consultado para elecciones generales. Los canales de consulta y participación popular quedaron bloqueados y al margen del mismo.
• Los grandes ausentes en ocasión de refrendar este acto de traición al Pueblo fueron: Gustavo Machado, del PCV y Fabricio Ojeda, Jefe de la Junta Patriótica en la clandestinidad. Por ello el documento fue, entrelíneas, un decreto de persecución contra dirigentes del PCV, así como de aquellos disidentes dentro de AD y URD.
• De esta manera, Betancourt y su secretario privado, el bachiller Carlos Andrés Pérez, asumieron oficialmente el rol de agentes claves de la CIA para concretar el plan de cacería macartista y anticomunista, en el marco de la Guerra Fría.

REDACCIÓN MAZO