Publicado: 20/03/2024 09:00 PM

• El 22 de febrero de 1973, un grupo de “niños ricos” de la alta burguesía caraqueña secuestraron a Carlos Vicente Vegas Pérez, de 13 años de edad, hijo menor del arquitecto Martín Vegas Pacheco y de Trina Pérez Machado de Vegas.
• Estos calificados miembros de selectos círculos sociales se dedicaban al consumo y distribución de drogas al por menor, portando algunos de los grandes apellidos de los Amos del Valle, a saber: Herrera,  de las Casas, Branger, Zuloaga Pocaterra, Rízquez Cupello, Capecci, Paredes y Parilli Pietri. Este último sobrino de la Primera Dama de la República, Alicia Pietri de Caldera.
• Para financiar un delito, perpetraron otro aún más abominable. Debían saldar una deuda, de inmediato pago, con “dealers” colombianos y pidieron a los angustiados padres la cifra de Bs.100.000 (U$D 23.255,814).
• Sedaron al niño Carlos Vicente, lo maniataron, le vendaron la boca y lo metieron en la maleta de un carro para trasladarlo a un escondite. En el trayecto murió asfixiado por inhalación de monóxido de carbono. Antes de morir recibió una golpiza y le fue fracturado el cráneo. 
• Posteriormente los jóvenes homicidas arrojaron el cadáver a un barranco en la autopista Coche–Tejerías, donde apareció el 1º de marzo de ese año. 
• El escándalo, durante meses, acaparó los titulares de la prensa nacional. Sin embargo, la justicia los trató con mano de seda, y al cabo de pocas semanas todos los sospechosos implicados en el crimen estaban en la calle, excepto aquel que no pudo financiar los costosísimos honorarios de un abogado penalista.
• Un hermano mayor de la víctima estuvo indirectamente involucrado en el secuestro. No obstante, a todos indiciados como autores intelectuales y materiales, encubridores y cómplices, inicialmente detenidos, les fueron revocados los autos de detención y, en su mayoría, salieron del país.   
• La presión de poderosos grupos político-económicos, y la participación de costosos bufetes de abogados, ocasionó que el caso se empantanar de vericuetos y tecnicismos legales.
• Como si nada hubiera pasado, los homicidas siguieron dedicándose al consumo y micro tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, para satisfacer la demanda de las altas esferas con nuevas y costosas inhalaciones, de escasa circulación para entonces (clorhidrato de cocaína).
• A la postre, el Caso Vegas se convirtió en otro “cangrejo”. Otro caso policialmente bien investigado, pero no resuelto, debido a grandes presiones de los poderes fácticos imperantes (el eclesiástico, el político, el poder económico y el militar).
• El criminólogo y abogado, Fermín Mármol León, destacado comisario de la PTJ, fue quien llevo a cabo las investigaciones del Caso Vegas. Toda vez que el mismo fue engavetado se retiro del cuerpo técnico policial y escribió sobre la base de hechos reales el mejor libro de literatura policíaca hecho en Venezuela: “Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes”.
• En el mismo narra, variando los nombres de los personajes, la impunidad que existió en el Caso Vegas, y en otros tres estruendosos asesinatos cometidos en la década anterior:
  • El encubrimiento, que hizo la alta jerarquía católica en el caso del asesinato de Lesbia Biaggi (15 de octubre de 1961), acuchillada a las 2.00 am de la madrugada en su cuarto en Ciudad Bolívar. Presuntamente asesinada por su hermano, el sacerdote Luis Ramón Biaggi. El caso nunca fue esclarecido, aunque todo indicaba que un vecino con antecedentes penales pudo ser el verdadero homicida. 
  • El encubrimiento que efectuó la fracción parlamentaria de AD, al obstruir las investigaciones en el caso del asesinato de Hilda Hernández de Rangel (6 de diciembre de 1965), cometido por su esposo, el diputado por AD, Manuel Antonio Rangel, en El Cafetal.
  • El encubrimiento y obstrucción de la justicia del estamento castrense en el asesinato de Morelia Paradisi de Rivero (30 de julio de 1965), asesinada a balazos por su cónyuge el Cap. Roberto Rivero Pérez, en el ascensor del Edificio Riverside, en la Av. Río de Janeiro.
  • Sobre estos cuatro casos, Román Chalbaud, basado en el libro antes mencionado, llevó a las pantallas de cine dos producciones cinematográficas de alta audiencia: Cangrejo 1 y Cangrejo 2. Denunciando, ante millones de espectadores lo revelado y denunciado por su autor, Fermín Mármol León.
  • De su autoría también son: Asesinato en el bloque 76 (1982), Cuatro Rostros del Delito (1991), Confidencia de un Gabinete (1994) y La Danza de las Luciérnagas (2008).
  • Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes fue publicado en 1979 y vendió más de 700.000 ejemplares en 23 ediciones.

REDACCIÓN MAZO