Apellidos: La historia es clara, los entreguistas son los mismos de siempre
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Publicado: 14/06/2024 05:30 PM
Desde
siempre, la oligarquía venezolana ha fracasado en sus intentos de gobernar el
país, debido a su intención de negociar la Patria a intereses extranjeros.
El proceso político que se
inició en Venezuela a partir de 1830
se caracterizó por un nuevo orden que proponían establecer las élites
influyentes que giraban en torno a la formación de tres elementos: el caudillismo
como sistema político, la creación del Estado Nacional y el establecimiento de
una ideología liberal.
Sus creadores idearon el golpe de 1858 y las consecuencias fueron nefastas a sus intereses de clase: la insurrección y la rebelión de los pobres urbanos, así lo relató el historiador Federico Brito Figueroa en el libro: Guayana Esequiba: Historia de un despojo, publicado en el año 2015 por el Ministerio del Poder Popular de Relaciones Exteriores.
El
historiador detalló que “proclamaron la dictadura de José Antonio Páez y las inteligencias más notables solicitaron la intervención extranjera para
liquidar la insurrección campesina. Es decir, en defensa de sus intereses de
clase, los oligarcas no vacilaron en participar en actos de traición a la
Patria”.
Para
ser más específico, Brito explicó
que el 22 de noviembre de 1861, una comisión formada por Manuel Felipe de Tovar,
Pedro Gual, Pacífico Gual, Nicomedes Zuloaga, Juan José Mendoza, Francisco La Madriz, Federico Núñez de Aguilar y Aureliano Otáñez, redactó
un documento implorando la intervención de una potencia extranjera y ofreciendo
“entregar extensiones del territorio patrio a cambio del orden y del respeto de
sus propiedades amenazadas” por la guerra social.
Con
el fin de dar a conocer a las nuevas generaciones este comportamiento, traemos algunos fragmentos
de ese documento, cuyo contenido explica por sí solo el calificativo de
traidores a la Patria para quienes lo elaboraron y enviaron a la Cancillería de una potencia extranjera, por intermedio de una
representación diplomática establecida en Caracas:
“… ninguna de las naciones de Europa puede con
más ventajas poseer a Venezuela como la Gran Bretaña, y creemos que le sea más
ventajosa esta posesión que la que tiene en la India Oriental.
Hay en Venezuela, entre los hombres
pensadores, la opinión de que conviene a ésta desprenderse del territorio de La
Guayana y negociarlo con la Gran Bretaña pagando con él la deuda extranjera contraída
con súbditos ingleses.
[...] La Guayana venezolana es un país
más extenso que Francia, [...] Este vasto territorio, que colinda con la
Guayana Inglesa, y que puede decirse que está desierto, está llamado a tener
una gran importancia en la América del Sur. [...]
Es este un deber que tienen las
naciones europeas para con las repúblicas americanas que necesitan su
intervención tutelar sin esperar a que directamente se les llame de estas
naciones de América del Sur…”
Este
documento, redactado por la oligarquía caraqueña y firmado por propietarios
territoriales de la provincia de Aragua, provocó la indignación del dictador José Antonio Páez, quien ordenó
iniciar una averiguación inmediata para someter a juicio por traición a la
Patria a quienes no habían vacilado en solicitar la intervención extranjera en
la vida política del país, además de ofrecer en pago de su traición,
prácticamente la tercera parte de la superficie de Venezuela.
Pedro José Rojas, quien fue periodista, político y secretario general de José Antonio Páez realizó
averiguaciones al respecto, pero el desarrollo de la Guerra Federal no
permitió profundizar en las investigaciones.
Pareciera
que la actitud entreguista de la oligarquía venezolana es parte de su cultura, sus acciones políticas han girado en torno a favorecer los intereses de las grandes corporaciones mundiales, de acuerdo a las solicitudes de los imperios de turno, y para dar un ejemplo cercano, estamos viendo como negocian la venta de empresas nacionales como CITGO y Monómeros sin importar el daño que esto causa al Pueblo venezolano.
AMELYREN BASABE / REDACCIÓN MAZO